jueves, 10 de noviembre de 2011

Lectura 3

En este extracto, el autor, Manuel Sacristán se pregunta sobre el concepto de “concepción del mundo”.
Él busca su definición y explica su relación con la ciencia (piensa que son conceptos opuestos). Además, M. Sacristán expone las visiones sistemática y marxista de este concepto (que son filosofías que se consideran como ciencias).

La concepción del mundo es, para el autor, “una serie de principios que dan razón de la conducta de un sujeto”. La concepción del mundo representa principios y creencias a menudo inconscientes.
Puede estar explícito o implícito. Aunque esté explícito, no será seguramente la concepción del mundo activa en la sociedad porque este concepto no es una simple copia de la realidad social. Las afirmaciones expresas sobre el mundo físico y la vida no son siempre lo que inspira realmente la conducta cotidiana.

El autor expone dos filosofías que ven la concepción del mundo que defiende como una ciencia.
1)      la filosofía sistemática (Platón, Hegel):
La concepción del mundo es un saber, de modo que su filosofía es un conocimiento real al mismo nivel que la ciencia.
El conocimiento científico positivo ha criticado esa visión demostrando lo que es la ciencia. Las características del conocimiento científico positivo son la intersubjetividad y la capacidad de posibilitar previsiones exactas.
Las concepciones del mundo no tienen estas dos características sino que son ciencia, lo que forma parte del concepto en sí mismo. En efecto, la concepción debe exponer un punto de vista sobre cuestiones no resolubles.
Es importante recordar que la concepción del mundo y del conocimiento científico positivo influencia uno al otro. Hace falta ser consciente de la influencia de la sociedad incluso sobre la ciencia.
El autor insiste sobre la distinción entre ciencia y concepción del mundo.
2)      la filosofía marxista (Engels, Marx):
La concepción materialista y dialéctica del mundo defiende la libertad de consciencia (cuando el hombre sea liberado en la práctica) y ve la filosofía como el conocimiento del todo.
Podemos destacar dos rasgos de esa filosofía: el inmanentismo  y el materialismo.
El inmanentismo (“la explicación de los fenómenos debe buscarse en otros fenómenos en el mundo”) remite a la idea que el mundo se explica por sí mismo, según el autor.
Esa explicación se hace, con el marxismo, mediante una reducción, una simplificación de lo complejo de la realidad. Eso tiene ventajas porque es eficaz para penetrar en la realidad con preguntas muy precisas, además de que permite formar conceptos muy precisos y adecuados.
El materialismo es “resultante de la abstracción y análisis reductivo científicos”, sólo interesado en lo material, lo concreto y que busca la explicación de la situación individual concreta.
Esa filosofía desarrolla una visión del mundo explícita.



Sin embargo, pienso que el autor hace una distinción demasiado fuerte entre ciencia y concepción del mundo ya que (con la lectura 1) hemos visto que la ciencia empieza por hipotesis que son ciertas visiones del mundo... La ciencia busca la objetividad pero debe empezar por una cierta subjetividad...

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