jueves, 26 de enero de 2012

Conclusiones generales de nuestro trabajo sobre China y Brasil

-         Como hemos visto a lo largo del presente trabajo, Brasil y China conocieron dos modelos de desarrollo económico, político distinto. La diferencia entre ambos modelos se debe sobre todo a las diferentes condiciones de partida en la cual se encontraban ambos países. A su vez, esto provocó que Brasil y China tuvieran un papel distinto en el actual contexto económico internacional.

-         Desde un punto de vista de sus similitudes, vemos como ambas potencias tienen un mayor peso a nivel internacional, esto se  debe a que cada vez ambos tienen un mayor peso en la zona, tanto económica como políticamente. Con un sentimiento de ser los agentes pacificadores de sus respectivas regiones, así como, movilizadores de la estimulación económica de la región, la defensa de ellos y la interrelación con terceros países. Hay que pensar que china llega a esta situación, debido a que a partir de 1978 con la reforma de Deng Xiao Ping permite la introducción de la economía de mercado y la apertura económica de China al exterior, lo que provocó un fuerte crecimiento económico. Su modelo se basa en la acumulación de reservas monetarias extranjeras, cosa que permite en la actualidad ser el mayor agente crediticio con terceros países, posteriormente veremos como repercute en el caso de Brasil, a la vez le permite llevar a cabo una inversión extranjera, en los sectores industriales y tecnológicos. En relación a su cambio en el nivel de exportaciones, se convierte en el corazón de la política económica china, lo que le permite un excedente de divisas externas que será utilizada cómo crédito para los demás países. Este excedente es producido al elevado ahorro interno, a una precarización laboral con salarios muy bajos y tiempos de trabajo largos, con una cada vez mayor capacidad tecnológica. Gracias a todos estos cambios China ha podido emprender caminos de interrelación mayor con sus países vecinos, formando por ejemplo el ASEAN +3, intentando fortalecer un sentimiento cultural en la región a través de la educación de las élites de los distintos países colindantes, todo esto les lleva a protegerse de las grandes potencias occidentales.

-         Su economía al igual que Brasil tiene mucha importancia en la región, donde son muy interdependientes con algunos países de su alrededor. El proyecto político, económico y cultural, plantean diferencias entre ambos modelos. Esto se debe a que en Brasil se produce un cambio muy posterior al de China, antes del 2003 brasil se encontraba en una gravísima situación económica (hiperinflación, paro, cierre al exterior, elevada deuda público…) y política (Brasil se convierte en un estado democrático y de derecho con la promulgación de la Constitución democrática en 1988). A partir del gobierno de Lula, Brasil mejora su situación interna y externa, entro las reformas más destacadas hay que hablar de la devaluación de la moneda nacional, la reducción de la tasa de paro por grandes programas de políticas de empleo, incentivando una mayor productividad industrial e invirtiendo en nuevas tecnologías. Esta inversión se debe a que Brasil constituye una fuente enorme de recursos, tanto naturales cómo energéticos y una mayor inversión en las tecnologías para su uso hará posible una mayor independencia del exterior, al igual que la posibilidad de vender dichos recursos al exterior.

-         Hay que pensar que a pesar de todos los esfuerzos llevados a cabo por los dos mandatos de Lula (programa hambre cero) y partiendo de una situación con una desigualdad considerables aún no consigue llegar a una redistribución de la riqueza y la renta adecuado a su crecimiento.  Esto reproduce que los índices de desigualdad internos sean muy elevados, en el caso de Brasil presenta en el año 2011 un índice de Gini de 0,55, superior al índice de Gini de China que se sitúa en 0´415. Hay que pensar que el índice de EE.UU es de 0,408 cosa que permite hacernos una idea de la mala redistribución de los recursos económicos y sociales que suceden en ambos países, aunque China se encuentra en una situación un poco mejor (la mejor distribución es la de Suecia con un 0,23).

-         Con esto empezamos a vislumbrar que China tiene un peso y una proyección mundial más elevada que Brasil, esto se demuestra en que la colaboración bilateral que mantienen entre ellos aunque  sea desigual se estan produciendo muchos factores positivos cómo ser uno de los motores de cambio en la reconfiguración del orden mundial establecido, sobre todo en lo que se refiere a la geopolítica comercial y diplomática. Brasil se ha convertido  en la sexta economía mundial y China continua su ascenso situándose en un segundo puesto por debajo de EE.UU, con un reconocimiento de las relaciones sur-sur, empleando sus soft powers que se basa en la reciprocidad en asistencia técnica,  informática, social… Todo esto es promovido por el plan de acción conjunta, que facilita el establecimiento de oficinas bancarias, la tramitación de divisas y la inversión tecnológica. Sin embargo, a la vez de ser socios también se encuentran en una situación de competidores, ya que la necesidad de recursos de China y el superávit de recursos financieros que maneja en su economía permitirá seguir ocupando una posición predominante ante Brasil que seguirá dependiendo de la inyección de crédito para su desarrollo. Esto parece que continuará sucediendo en detrimento de las posibilidades de Brasil como potencia capacitada para hacer frente a China.

-         Respecto a las relaciones que mantienen ambos países con la UE, vemos como Brasil tiene  visión de la UE compleja, por un lado, existen posiciones enfrentadas en cuestiones comerciales, y por otro, existen relaciones estrechas con países miembros de la Unión. A pesar de esta complejidad es muy probable que, en el futuro, los distintos gobiernos brasileños continúen trabajando para estrechar sus relaciones con la UE. En cambio referente a China la UE está apostando seriamente por la gradual apertura de China y el gigante asiático está haciendo esfuerzos por acercarse más a la UE. Beijing está centrándose en la UE para comprender mejor una nueva entidad política, está cada vez más implicado en las reuniones Asia-Europa (en inglés Asia Europe Meetings, ASEM) y está mostrando cierto interés en mejorar aspectos importantes para Bruselas, como el medio ambiente, la normativa legal y el cumplimiento de la legislación internacional. Además, cuando hay dificultades (como en las recientes conversaciones sobre la industria textil) ambas partes buscan activamente por medio de la negociación una solución satisfactoria para todos; el proceso de negociación en el contexto del sistema de la UE juega un papel clave en las relaciones UE-China. Con esto se puede extraer que el potencial económico que representa China hace que los países estén más en contacto con el y tenga un peso mucho mayor en el plano internacional.

-         Para finalizar y tratando todas las conclusiones anteriores, vemos como ambas constituyen dos modelos de potencias emergentes muy diferentes y que debido a ello, aunque formen parte del grupo de los BRIC’S ocupan posiciones y perspectivas muy diferentes en el sistema económico mundial.  China en su caso a basado su modelo de crecimiento desde un punto de vista totalmente económico, favoreciendo sus exportaciones y promoviendo el ahorro interno. En cambio Brasil ha intentado promover a la vez su capacidad económica y su capacidad social, llevando a cabo diferentes políticas sociales, intentando disminuir la pobreza y consiguiendo una mayor redistribución de la riqueza. Así, aunque China ocupe un lugar predominante en la esfera internacional y se posicione en una proyección mejor que Brasil, las políticas de cohesión interna que está llevando Brasil puedan favorecerle en un futuro.

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